El pequeño país centroeuropeo de Eslovenia atrae con su abundancia de castillos e iglesias medievales. Los pueblos antiguos sorprenden con varios estilos arquitectónicos, que van desde el tosco románico hasta el elegante rococó. Los eslovenos tratan con cuidado todos estos edificios centenarios, tratando de preservar la atmósfera del patrimonio antiguo.
La singularidad de la naturaleza local está en contraste. Sin salir del país, puede sumergirse en la playa del mar Adriático y, después de un par de horas, ir a esquiar a la ladera alpina. Además, en ningún lugar de Europa puede encontrar tal abundancia de rocas kársticas únicas que forman monumentos naturales interesantes.
La gente viene aquí para mejorar su salud física y mental. Eslovenia, famosa por sus aguas termales, atrae a los turistas con balnearios profesionales. Las áreas protegidas formadas en el territorio del país conservan los paisajes pintorescos de lagos glaciares cristalinos, cascadas inaccesibles y exuberantes praderas alpinas en su forma original.