Marruecos es un país que abre las puertas al mundo árabe. Y ya en la entrada a ellos, puedes sentir la riqueza de la cultura, el olor de las especias, puedes ver las siluetas de las mezquitas sagradas y los palacios lujosos bañados por el sol. Pero este es solo uno lado de Marruecos.
El país tiene una naturaleza rica y diversa. La prueba de esto es la belleza hecha por el hombre. Entre ellos se encuentran el Jardín Majorelle, los jardines Menara, el Parque de la Liga Árabe. Pero la naturaleza misma no ha privado al país. La pintoresca cascada Uzud en las montañas del Atlas atrae a miles de turistas. Todra Gorge cautivará con su grandeza y belleza. El desierto de Erg-Shebbi vive su propia vida, permitiendo a quienes lo deseen observar sus metamorfosis mágicas. Y esto no es toda la variedad de paisajes.