Mongolia brinda a los turistas la oportunidad de familiarizarse con los recursos culturales y naturales. La historia antigua, el paisaje único y las tradiciones harán que incluso un viaje corto sea memorable. El país ofrece a sus huéspedes varias opciones de recreación: ecológica, activa, cultural.
La naturaleza es uno de los principales tesoros del país. 22 parques nacionales te permitirán ver una variedad de paisajes y fauna. La vegetación varía desde la taiga de alerce hasta el desierto, muchos de cuyos habitantes se enumeran en el Libro Rojo. Donde hay una naturaleza rica y diversa, también hay recreación activa: caminatas, paseos a caballo, turismo en automóvil. La caza y la pesca son actividades de ocio populares que los visitantes extranjeros del país han dominado durante mucho tiempo. No hace mucho tiempo, hubo una oportunidad de visitar la primera, hasta ahora la única estación de esquí moderna que se abrió cerca de la capital.
La cultura de Mongolia tiene siglos de antigüedad y está representada tanto por monumentos arqueológicos: pinturas rupestres y ruinas de antiguos asentamientos como por monasterios y palacios budistas medievales. Las atracciones modernas son museos, teatros, parques, centros comerciales de la capital del país. Muchos días festivos y festivales se llevan a cabo en la ciudad, algunos de ellos con un brillante sabor nacional. El clima de Mongolia no puede llamarse duro, pero las heladas en invierno y el calor en verano son obligatorios. La mejor época para viajar es a finales de agosto o principios de septiembre, aunque todo el verano ofrece condiciones bastante cómodas para explorar el país.