Haití es la tierra que pisó Colón por primera vez en su camino a India. Fue a partir de aquí que la humanidad comenzó a familiarizarse con un mundo nuevo y desconocido para él. Colón quedó impresionado por estas tierras y la gente que vivía aquí. Los residentes locales rescataron a los marineros, cuyo barco comenzó a hundirse, y luego defendieron durante siglos su libertad, que les fue arrebatada por los "rescatados".
Haití tiene una rica historia. Debido a numerosos ataques, en la isla apareció la fortaleza más grande del hemisferio occidental. Ella es un símbolo de la independencia de los haitianos que defendieron con celo su libertad. Haití es un país muy pobre, pero la gente aquí todavía no ha aprendido a ver a los turistas como fuente de ingresos. Aquí nadie rogará por nada. Aunque la gente es pobre, es amable, y en ciudades coloridas y coloridas, la pobreza se pierde y es completamente invisible.
Haití tiene dos parques nacionales lujosos con picos de alta montaña. Y muy cerca de ellas hay soleadas playas de arena blanca como la nieve. Los cruceros vienen a menudo aquí. Haití es un país donde puedes tocar la misteriosa cultura vudú, ver con tus propios ojos a esos lejanos caribes, relajarte en la playa, contemplar majestuosas estructuras y degustar comida tradicional a precios accesibles.