Tres veces Vancouver ganó el título de “la mejor ciudad del mundo” según la edición británica de “The Economist”. Sólida, multicultural, multinacional, respetuosa de la ley, da la impresión de ser un remanso de paz y tranquilidad donde se quiere pasar toda la vida.
Vancouver es una ciudad increíblemente verde y limpia. Los árboles traídos de diferentes partes del mundo crecen en parques y callejones. Exóticos para estos lugares, el sakura japonés y la araucaria chilena han echado raíces perfectamente y hacen las delicias de la gente del pueblo durante el período de floración. El patrimonio histórico de Vancouver no es demasiado extenso, pero este hecho se ve compensado por la belleza de la ciudad, la abundancia de parques, áreas recreativas y excelentes playas. La ciudad tiene un clima bastante templado con inviernos cortos y sin heladas prolongadas. Por lo tanto, el viaje aquí es cómodo en cualquier época del año.